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Una batalla con muy «buena uva»

La Festa dels Trepitjadors de Joves des Trui ha incluido la Gran Batalla de Raïm

Unas mil personas, entre participantes y espectadores, han disfrutado de la batalla. | Emilio Queirolo

| Binissalem |

Cerca de mil personas, entre participantes y espectadores, han disfrutado este sábado a mediodía de la Gran Batalla de Raïm de Binissalem, que desde hace 25 años organiza la asociación Joves des Trui, y que solo se ha visto interrumpida durante dos años por la pandemia.

La explanada del polideportivo ha acogido esta batalla donde prima la diversión y el buen humor. Poco antes del inicio de la ‘contienda’ se ha celebrado el pregón de esta Festa dels Trepitjadors de Joves des Trui, que ha arrancado frente al balcón del Ajuntament y ha seguido con un recorrido hasta el polideportivo.

El año pasado hubo récord en la cantidad de uva utilizada para la batalla, con 17 toneladas. La organización calcula que en el evento de este sábado se han superado y se han llegado a las veintidós toneladas, llegadas de los excedentes y descartes de uva que entregan las bodegas de Binissalem. Numerosos jóvenes, y también niños y niñas que tenían un espacio reservado para su batalla particular, han arrancado a correr cuando se han escuchado los cohetes que indicaban que ya se podía acceder a los tres montones de uva dispuestos.

Aún no había llovido en Binissalem a esa hora, pero los participantes no han tardado en mojar sus vestimentas con el mosto de las uvas y el barro. Han sido momentos de muchas risas y de celebrar el inicio de unas fiestas de la vendimia que se prolongarán hasta el próximo fin de semana con los actos solemnes. Los más pequeños también han disfrutado, aunque con algún participante que ha preferido seguir la batalla junto a los espectadores adultos al ver que la ‘munición’ manchaba prácticamente todo el cuerpo.

Las actividades de la Festa dels Trepitjadors han continuado después con el tradicional Dinar de Trepitjadors. Para este año se habían vendido la mayoría de los tíquets y desde la organización explicaron que se había preparado mesa para unos 1.700 comensales. La lluvia ha amenazado la celebración del almuerzo y finalmente la organización ha decidido trasladar la fiesta y los conciertos al patio cubierto de la escuela de Sa Graduada.

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