La playa de Can Generós del Port de Sóller, situada junto a la desembocadura del torrente de Sa Figuera y la más cercana a la zona portuaria, seguía este lunes cerrada al público y con la bandera roja, estando, por lo tanto, prohibido el baño.
La situación es la más grave en un balneario del Port de Sóller en los últimos años, puesto que los vecinos y restauradores de la zona no recuerdan ningún caso con tantos días consecutivos de prohibición de baño. Desde el pasado viernes, día 23, cuando las analíticas que periódicamente realiza el Govern dieron como resultado unos parámetros biológicos negativos y perjudiciales para la salud humana, la playa quedó precintada. Se trata de una de las playas más populares del Port que en verano suele tener un aforo cercano al 80 % de su capacidad.
Este lunes se realizaron nuevas analíticas y el Ajuntament esperaba tener los resultados por la tarde, confiando en una mejora de la situación a partir del inicio de semana. El cierre está perjudicando a los explotadores del balneario y a los negocios de la zona, ya que muchos turistas y vecinos se han trasladado a las otras playas de la bahía, puesto que todas las demás están abiertas y con bandera verde.
El origen de este episodio de contaminación se debe a la DANA que afectó el Port, que desbordó los aliviaderos cercanos al torrente de Sa Figuera, inundando varios domicilios. La intensa crecida bajó por la calle Antoni Montis y desembocó en este punto de la bahía, arrastrando gran cantidad de residuos.
El día 22 ya se detectó contaminación y se decretó bandera amarilla (baño no recomendado). La contra analítica del viernes obligó a cerrar la playa y ayer se repitieron las pruebas.