El tomate de ramallet es el alimento tradicional de Baleares que más compran los consumidores de Mallorca, al ser adquirido por un 93,8 % de la población, según un estudio sobre hábitos de consumo realizado por la Dirección General de Calidad Agroalimentaria y Producto Local.
El informe divide los alimentos tradicionales de las istas en tres categorías: productos de horno y pastelería tradicional -con el pan payés, galletas de aceite, panades, robiols, llonguet y gató de almendra-; alimentos vegetales -melón eriçó, tomate de ramellet, naranjas de Sóller y patatas de Sa Pobla-; y productos cárnicos -sobrasada, porcella, botifarró y camaiot-.
Los consumidores manifiestan que un 91,3 % compran, como mínimo, anualmente, pan payés, seguido de las panades (84,8 %), las galletas de aceite (84,5 %) y los robiols (72,1 %), ha informado en un comunicado la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural.
Además, el 45 % de los encuestados compran llonguets y gató de almendra. El análisis ha detectado una bajada general de la compra de productos de horno y pastelería tradicionales en 2023 respecto a 2018.
En cuanto a los productos vegetales, el tomate de ramallet es el más comprado, con ese 93,8 %; seguido del melón eriçó, con el 65,8 %. Aumenta la compra de naranjas de Sóller respecto al año 2018, del 53 % al 62,6 % y las patatas de Sa Pobla las compra el 59 % de consumidores.
La mayoría de quienes consumen estos productos vegetales hace la compra de manera habitual en el mercado.
En cuanto al grado de consumo de los productos cárnicos tradicionales, un 85,6 % de los consumidores dicen que compran sobrasada, un 73,5 % compran porcella, un 69,4 % botifarró y el 53,9 % camaiot.
El informe también pone de manifiesto que las personas nacidas en Baleares compran más porcella, botifarró y camaiot y suelen vivir en domicilios con más de tres personas.
El director general de Calidad Agroalimentaria y Producto Local, Joan Llabrés, considera que el estudio refleja el interés por los alimentos tradicionales.
«Ahora de lo que se trata es, por una parte, que la industria agroalimentaria utilice materias primas de las Illes Balears, dado que la elevada reputación de estos alimentos está muy vinculada con los ingredientes que tradicionalmente se han utilizado y, por otra parte, que el sector minorista y la restauración identifiquen correctamente el origen de estos alimentos», a reivindicado.
El estudio es el resultado de una encuesta realizada en 2023 a 1.019 personas que compraban alimentos. Los resultados presentan un error máximo del ± 3 % y un nivel de confianza del 95 %.