Caos, quejas y nervios en la salida del aparcamiento tras el concierto que La Oreja de Van Gogh ofreció el sábado por la noche en Es Jardí, en Magaluf (Calvià). El millar de vehículos estacionados en el aparcamiento del parque acuático de enfrente, tardaron -la gran mayoría- más de una hora en poder salir del recinto, convirtiéndolo en una auténtica ratonera. Las quejas e indignación de los conductores y acompañantes iban subiendo así como pasaban los minutos.
Tras más de una hora de espera sin moverse, hubo gritos y muchos nervios para hacerse un hueco y poder salir a la calle. Las quejas iban dirigidas a la falta de policía: «¿Dónde está la Policía Local o la Guardia Civil para regular la circulación?», comentaban indignados entre ellos.
Y es que en toda la zona de Es Jardí no se vio ni a un solo agente de Policía Local para regular la salida masiva, tanto de peatones que cruzaban la calle como para dar paso alternativo a los usuarios habituales de la vía con los que salían del aparcamiento. En eventos multitudinarios como este suele haber un amplio despliegue policial para facilitar la salida, pero este no fue el caso.