Son Macià puso este viernes punto y final a sus tradicionales fiestas después de 16 días de actos para todos los públicos. Lo hizo con la tradicional Fira que, en realidad, debía de celebrarse el pasado miércoles, aunque las inclemencias meterológicas obligaron a posponer la celebración hasta este viernes por la noche.
Pasaban pocos minutos de las siete de la tarde cuando los ‘gegants' de Son Macià, acompañados por los de Manacor dieron el pistoletazo de salida a la feria acompañados por los Xeremiers i Fabiols de Son Macià. Un inicio tradicional que siempre congrega las miradas de los más pequeños.
En total, unas 40 paradas participaron en esta feria que llega este año a su 38ª edición. Casi cuatro décadas que han consolidado este acto como uno de los más importantes en estas particulares fiestas que congregan no solo a vecinos de Son Macià sino a personas de toda la comarca. De estas 40 paradas, la gran mayoría -unas 30- eran de artesanía, mientras que el resto eran puestos de alimentación que siempre tienen gran aceptación entre el público. Entre las paradas, no faltaron las de bisutería, utensilios de decoración hechos a mano, así como cerámicas diversas. Una amplia muestra artesanal ubicada, como siempre, en la plaza y sus alrededores. No faltó tampoco el ‘ball de bot' que también tuvo que suspenderse el miércoles, mientras los visitantes iban llegando y aprovechaban las paradas de comida para cenar en familia o junto amigos.