Desde hace una semana, en las escaleras de acceso a Cala Pi se ha formado una acumulación de basura: botellas de plástico, vidrio, restos de comida, latas... Debido a su elevada concurrencia durante la temporada estival, los residuos de turistas y bañistas quedan abandonados en la salida de la cala, donde permanecen durante días. A pesar de sus aguas limpias y cristalinas, el entorno de esta zona costera se encuentra en mal estado. Desafortunadamente, este es el único punto de acceso a la playa.
La playa del municipio de Llucmajor apenas mide unos 50 metros de largo y 150 metros de anchura. Para descender hasta la arena, hay que descender un total de 147 escalones con una pequeña inclinación. En la primera parte de esta escalera es donde se encuentra el amontonamiento de residuos. En las calles cerca de la playa, se pueden encontrar contenedores de basura en los que desechar correctamente los restos. El incivismo de los visitantes de la playa puede ser sancionada con una multa de hasta 1.500 euros.
El Ajuntament de Llucmajor, de momento, no ha movilizado ningún servicio de limpieza en la zona. Lamentablemente, estos residuos dañan el hábitat físico, transportan contaminantes químicos, amenazan la vida acuática e interfieren con el uso de la cala. Según la Agencia de Protección Ambiental de Estado Unidos, «de toda la basura, los residuos de plástico son los que tienen el mayor potencial nocivo para el medio ambiente, la vida silvestre y los seres humanos». Por lo que, esta acción de incivismo es realmente dañina para el medio.