La proliferación de cabras salvajes en determinados puntos de la Isla se ha convertido en un quebradero de cabeza tanto en zonas urbanas como Camp de Mar (Andratx) como en espacios naturales de la Serra de Tramuntana. Hace años que existe el problema y tanto Govern como Consell de Mallorca han ido otorgando permisos especiales para abatir chivas salvajes cuando provocaban daños o no se podía garantizar su seguridad. Uno de los últimos casos fue el pasado mes de marzo cuando el Ajuntament de Estellencs solicitó poder eliminar más de la mitad de población de cabras salvajes que dañaban los cultivos de los vecinos.
Ahora la dirección general de Medi Natural da un paso más y ha iniciado un plan para frenar la sobrepoblación de cabras en determinados puntos de la Isla. Para ello ha encargado un estudio a la empresa vasca Consultora de Recursos Naturales (CRN), dirigida por Mario Sáenz de Buruaga, para conocer la población real de chivas y redactar un plan de gestión para «encontrar un equilibrio y saber a qué número real podemos llegar», señala la directora general de Medi Natural, Ana Torres. Para realizar un censo preciso de las poblaciones se van a realizar tres prospecciones en las tres zonas donde está identificada una sobrepoblación: Serra de Tramuntana, Serra de Llevant y la zona entre Manacor y Felanitx.
Entre el 1 de junio y el 15 de julio agentes de Medi Ambient junto al departamento de Caça del Consell han realizado el primer recuento en la zona de Tramuntana. A este se le va a añadir una segunda prospección en octubre y otra tercera durante la primavera de 2025. «Con los datos recogidos la empresa hará unas estimaciones precisas y así podremos realizar un plan de control y gestión de la cabra salvaje para que no afecte a los ecosistemas, siempre teniendo en cuenta la actividad cinegética ya que en Mallorca hay 13 fincas con certificado de calidad de caza mayor, con una extensión conjunta de unas 10.000 hectáreas», añade Torres.
La directora general de Medi Natural tiene claro que «habrá que disminuir la población, pero no en todas las zonas se debe actuar de la misma forma. Por lo que se zonificará cada espacio para que el censo sea lo más exhaustivo posible», explica mientras recuerda que el único censo que hay en la actualidad en Mallorca es de 1997 y en este no se aportaron cifras concretas.
Las cabras salvajes, en especial en épocas estivales, dejan sus zonas habituales de alimentación y bajan a espacios con huertos de cultivo o bien a zonas urbanas, lo que provoca una afectación importante. Lo hacen porque tienen dificultad de encontrar agua y comida en su hábitat natural, aunque en localidades como Andratx se han convertido en un problema ya que estas entran en los jardines de las casas en busca de comida o suponen un peligro para la seguridad vial al pasearse por la carretera.
Torres recuerda que las cabras son un animal doméstico que estaba controlado gracias a la actividad agrícola. Al abandonarse esta la población ha crecido sin control lo que supone también un problema para el medio.
Punto de vista
Un paso necesario
Aina BorràsLa proliferación de cabras salvajes en Mallorca representa un desafío significativo tanto para las zonas urbanas como para los espacios naturales. La medida adoptada por la dirección general de Medi Natural, que incluye la realización de un censo exhaustivo y la elaboración de un plan de gestión, es un paso necesario para abordar la sobrepoblación y sus consecuencias negativas. Es fundamental equilibrar la protección de los ecosistemas y la seguridad de las áreas habitadas, siempre considerando las actividades cinegéticas y las particularidades de cada zona.