Porreres podría tener a punto su campo experimental de albaricoques este mismo año. El pleno del Ajuntament aprobó esta semana destinar una partida de 40.000 euros a la compra de un solar para empezar la siembra de las distintas variedades de este fruto y así poder realizar un estudio experimental controlado sobre él. En este sentido, también se definieron las características básicas que deberá cumplir dicho solar y aquellos elementos que sumarán puntos a la hora de escoger la ubicación. Entre los aspectos que se tendrán en cuenta está el requisito indispensable de que disponga de agua corriente y que tenga aproximadamente unos 7.000 metros cuadrados. Además se valorará como mejora la proximidad al pueblo, que esté vallado o incluso que tenga un porche. Tras esta aprobación, ahora se secará a concurso para que todos aquellos solares que cumplan los requisitos y quieran optar a ello puedan solicitarlo.
El proyecto del campo experimental de albaricoques es una iniciativa conjunta entre Ajuntament, la Cooperativa de la localidad y Apaema. El objetivo de esta propuesta es poder conocer las variedades que se adapten mejor al cambio climático y conseguir así garantizar la supervivencia de este fruto. Para ello, se sembrarán por una parte unas siete u ocho variedades de albaricoque locales, y por otra, variedades procedentes de otras zonas. «Se incluirán variedades modernas que no tenemos aquí para comprobar como se adaptan a situaciones de sequía, falta de frío o al gusano cabezudo, elementos que ahora encontramos en Mallorca», explicó el técnico de Apaema, Miquel Serra. Además se habilitarán dos zonas, una con regadío y otra en seco para poder ver la evolución de cada variedad en diferentes circunstancias ambientales. Sin embargo, Serra, apuntó que «deberemos replantear ciertos aspectos del proyecto ya que se presentó hace años». Aún así, se mostró «muy satisfecho» de que este primer paso ya sea una realidad. «Temíamos que no se pudiera llegar a ejecutar así que lo recibimos positivamente». Además Serra añadió que «todo será ecológico».
Por su parte, la alcaldesa de la localidad, Xisca Mora, explicó que «el albaricoque es parte de la identidad de Porreres, saber como le afecta el cambio climático y poder asegurar su futuro es una prioridad para nosotros».
El proyecto tendrá efecto «a largo plazo» puesto que los albaricoqueros no darán su fruto hasta dentro de unos tres años. Además contará también con un espacio abierto al público para explicar y dar a conocer este fruto.
Cabe recordar que este año se espera recoger unas 15 toneladas de albaricoque, una cantidad que, pese a que mejor que en 2022, sigue siendo muy inferior a la que se recogía hace a penas diez años cuando se podía llegar a superar las 70 toneladas.
Porreres tiene una topografía y hidrografía muy buena para este fruto lo que convierten al pueblo en uno de los principales productores de este fruto de la Isla.