El Teatre de Manacor ha acogido este domingo un emotivo y sentido acto en recuerdo y homenaje a la activista manacorina, Antonia Matamalas. Matamalas fue una firme defensora del feminismo y la justicia social y siguiendo esta idea, fundó en 2008 el colectivo Dones de Llevant.
La semilla que dejó ha hecho que su legado y su recuerdo continúen más vivos que nunca. Así lo confirmaron las muchas personas que su sumaron a este homenaje.
La filóloga y miembro de Dones de Llevant, Magdalena Gelabert, fue la encargada de dirigir el acto. Con un claro guiño a Matamalas y al feminismo, Gelabert lució un vestido color lila, igual que las luces que iluminaron el escenario, presidio durante todo el acto por una fotografía de la homenajeada.
La música acompañó intermitentemente a las palabras de todos aquellos que, tanto a título individual como en representación de colectivos, dedicaron a Antònia Matamalas. Valiente, decidida, incansable y sobre todo amiga, fueron algunos de los adjetivos en los que coincidieron los invitados para recordar a Matamalas. Vivencias personales, anécdotas y luchas, acercaron al público la persona que fue y recordaron el legado dejado.
Su compañero de vida, Rafa Valverde inauguró el acto con un «que suerte tuve de conocerla». La misma idea transmitieron el resto de personas que subieron al escenario. Después de las palabras de Valverde, allegados, familiares, amigos y colectivos acabaron de emocionar al público. Representantes de la Universitat de les Illes Balears, del colectivo Homes per la Igualtat, de los institutos del municipio, de la Assamblea Antipatriarcal de Manacor, de s'Atra Senalla, del movimiento feminista de Mallorca y de Memòria Democràtica, además de amigas y familiares, participaron en este reconocimiento. Este gran número de grupos demostró «lo grande y hasta donde de lejos llegaba Antònia Matamalas», como concluyó el alcalde, Miquel Oliver, en su discurso.
A lo largo del acto también hubo espacio para la reivindicación, «tal y cómo nos enseñaste». Las mujeres de l'Assamblea Antipatriarcal reclamaron una calle con su nombre mientras que otros colectivos pidieron conciencia por Gaza o lucha contra el ascenso de la ultraderecha.
El acto acabó con un vídeo de imágenes de la vida de la activista. Matamalas es ya parte de la historia de Manacor, una ciudad a la que todos los presentes coincidieron en señalar que «mejoró e hizo más justa». Todos se comprometieron a seguir su legado.
Antònia Matamalas falleció el 24 de enero de este año.