Tras meses de contratiempos, la propiedad (Caixa Colonya) de la antigua fábrica textil de Can Morató en Pollença ha recibido estasemana una buena noticia. El Ajuntament les concedió este lunes la licencia urbanística correspondiente para llevar a cabo la reforma integral del inmueble que se convertirá en la sede de la caja de ahorros pollencina.
Y es que en septiembre de 2023, la dirección general de Recursos Hídrics tumbó el proyecto por estar situado en zona inundable y en ámbito rural. En enero, tras las alegaciones de Caixa Colonya, el departamento autonómico les concedió el permiso con algunas prescripciones. Entre ellas, que se «eleve el nivel del suelo en áreas clave por encima de la cota de inundación estimada» y que se refuerce el muro perimetral y sea una «estructura debe ser elevada y fortalecida». Ambas medidas se propusieron para «garantizar la seguridad del espacio y disminuir el peligro de inundación del mismo», que precisamente se halla en una zona de riesgo.
Tras el visto bueno del Ajuntament, el presidente de Caixa Colonya, Josep Cifre, explicó que «las obras empezarán previsiblemente antes de que acabe el 2024». Mientras, la propiedad trabaja para acabar de redactar el proyecto ejecutivo, que deberá ser entregado al Ajuntament en un plazo máximo de seis meses: «Está casi 100 % listo, aunque estamos perfilando qué elementos podremos restaurar y mantener, y cuáles tendremos que reconstruir», detalló.
Cifre añadió que «estamos en conversaciones con Patrimoni para decidirlo, aunque probablemente restauraremos la fachada y una parte del muro perimetral». Además, desde la propiedad también se está trabajando en la contratación de un director de obra y de una constructora que ejecute el proyeecto. El presupuesto previsto es de 3.022.210 euros y el plazo de ejecución de las obras es de un máximo de tres años.
El proyecto
El proyecto Atlas, de los arquitectos Jordi Badia, Jero Gutiérrez y Erik Herrera, será el encargado de reconvertir Can Morató en la nueva sede social y cultural de Colonya. Incorpora oficinas, una sala multifuncional (un pequeño auditorio de 260 plazas) y un museo. Según el proyecto básico que se presentó en 2021, la fábrica de tapices de Can Morató mejorará la conexión del conjunto catalogado como Bé d'Interés Cultural (BIC) con la trama urbana y las zonas verdes creando un gran espacio público privado.