Cada prenda teje una historia diferente. Tras cada pieza se esconde un perfil humano y social y muchas horas de trabajo. El pueblo de Sant Llorenç ha incrementado su patrimonio con una colección museográfica del bordado, que está ubicada en el archivo municipal, y que ayer abrió sus puertas en el marco del Día Internacional de los Museos.
Hace meses el Ajuntament de Sant Llorenç puso en marcha esta iniciativa en una primera fase con el objetivo final de formar, en el futuro, un museo dedicado al bordado y a la confección. Han sido muchas las donaciones a este proyecto cultural de los particulares que han logrado conservar vestigios de toda clase: hilos, blusas bordadas, maquinas de coser...
Hay que destacar también todas las personas voluntarias que no solo han aportado piezas sino que también han ayudado a su catalogación y han tejido una red colaborativa que ha impulsado el proyecto.
Asimismo se han realizado talleres con los centros educativos que han permitido encontrar información y piezas para la colección además de dar a conocer a los alumnos la importancia de los bordados y de la confección textil del municipio.