Portocolom tiene desde el pasado 6 de mayo una nueva referencia entre la mejor oferta gastronómica de la Isla. Se trata del Restaurante Pure Barbacana, que toma su nombre de la idílica cala en la que se ubica. La oferta de este nuevo establecimiento, que se une a los varios que ofrece la firma en distintos puntos de la costa, sigue con los mismos estándares de calidad, aunque con unos factores bien diferenciadores.
Pure Barbacana ofrece una gastronomía de alto nivel, en la que los alimentos frescos y de gran calidad son protagonistas. La suya es una cocina típicamente mediterránea, pero con rasgos de creatividad y fusión de estilos que la hacen especialmente irresistible. Carnes y pescados se erigen en protagonistas de las creaciones de un chef que atesora una dilatada experiencia en establecimientos reconocidos con estrellas Michelín. Junto a un amplio equipo de profesionales, repartidos en la atención a la sala y los fogones, Pure Barbacana ofrece una experiencia cuidada que puede satisfacer a los más exigentes, que además tiene un punto fuerte añadido en la esmerada presentación de los platos.
Mención a parte merece el ambiente del establecimiento. Junto a la cala homónima, su terraza tiene una espectaculares vistas al mar y al cercano faro de Portocolom, además de disponer de una piscina en la que además se puede disfrutar de un servicio de coctelería y snacks. Los miércoles son un día especial, ya que se servirá sushi elaborado por un experto en este tipo de platos. La decoración está a la altura de su entorno y se basa en las obras del pintor y escultor Ricardo Gago. Cabe destacar también que la carta de vinos, muy variada pero con especial presencia de los caldos mallorquines, se ha pensado para maridar de manera especial con este ambiente lleno de arte y creatividad, del que saben disfrutar los aficionados a esta bebida. En resumen, Pure Barbacana, en la calle de la Assumpció, 22 de Portocolom, lleva a la localidad la oferta irresistible de una cocina de la más alta calidad, con sabores auténticos, junto al placer de poderla disfrutar en un lugar idílico.