Inicio del fin de un problema enquistado: las carreras ilegales en la Ma-10 parecen tener los días contados. Tanto es así, que la Dirección General de Tráfico (DGT) empezó ayer a instalar las cámaras en esta carretera de la Serra de Tramuntana. Este miércoles, la DGT visitó los diferentes puntos de esta carretera donde se instalarán los dispositivos, que a diferencia de las que prevé instalar el Consell, estas no contarán con sonómetro ni radar.
Eso sí, según fuentes de la DGT, las cámaras controlarán las 24 horas del día las infracciones de tráfico, los comportamientos incívicos y las conducciones negligentes o temerarias, como por ejemplo que se traspase la línea continua o que se invada el carril contrario en las curvas, según explicaron fuentes de la DGT. Cuanto a la velocidad, se continuará controlando a través de los radares móviles. La administración no quiere concretar en qué puntos se van a instalar los dispositivos para garantizar su efectividad, aunque sí que confirman que se van a instalar a lo largo de los 112 quilómetros de la Ma-10.
Las tareas se centrarán, en primer lugar, en montar las torres que posteriormente sujetarán las cámaras. Una vez finalizado este trabajo, la empresa encargada instalará los dispositivos para que estén en funcionamiento antes del inicio de la temporada estival. Una vez puestas en marcha, las imágenes captadas serán visionadas las 24 horas del día desde el Centro de Gestión de Tráfico de la DGT de Illes Balears, según han asegurado desde la administración. Se trata de una medida conjunta con el Consell que prevé instalar otras 31 cámaras. En este caso, los dispositivos contarán con radar y sonómetro.
Aunque la mayoría de las cámaras las instalará la adminsistración insular, toda la información que recopilarán las cámaras será entregada a la DGT, puesto que el Consell no tiene la competencia de poder poner multas en temas de infracciones de tráfico. Aún así, la DGT se desmarca de sancionar por exceso de ruido y apela a las administraciones competentes en esta materia, que según ellos son el Govern y el Consell.
Cabe recordar que la decisión de aplicar estas medidas para controlar y combatir las carreras ilegales, se tomó después de que la plataforma vecinal Indignats per la Ma-10, llevasen años reclamando una solución. Cuando se anunció la medida, los vecinos celebraron que «el Consell haya encontrado la manera de llegar a acuerdos con la DGT y Guardia Civil».