La dirección general de Indústria ha abierto el plazo de exposición pública del estudio de impacto ambiental para la explotación de la cantera de Can Negret, que afecta a Alaró, Binissalem y Lloseta.
La Comissió balear de Medi Ambient archivó por caducidad el expediente de explotación, mientras se resuelve el expediente de regularización acorde con la ley balear de minas. La empresa promotora Cemex pretende obtener autorización para proseguir con su actividad más allá de 2032.
El estudio del impacto ambiental presentado ahora por Cemex, con el asesoramiento de la consultora medioambiental Cinclus, propone una reducción de la superficie del límite de explotación hasta 370.247 metros cuadrados, con un volumen máximo de explotación de 11.754.043 metros cúbicos de material bruto. Otras medidas incluyen la preservación de la zona húmeda o un perímetro de protección alrededor de las casas catalogadas. Según indican desde Cemex, el informe se ha elaborado «para asegurar los más altos estándares en materia de conservación y preservación del capital natural».
Desde la plataforma Reviure Tofla han anunciado que presentarán alegaciones. Su portavoz, Margalida Rosselló, señala que «siempre hemos pedido un plan de restauración de la cantera y su posterior cierre, para incluirla como Paratge Natural de la Serra de Tramuntana». Reviure Tofla denuncia también que «actualmente no existe un plan de vigilancia de la actividad que se está realizando en la cantera».