Indignación y malestar entre los vecinos de Bunyola tras los hechos acontecidos el pasado fin de semana en el polideportivo de la localidad de la Serra de Tramuntana. Y es que fue desagradable la imagen que se encontró una vecina al regresar a recoger su vehículo en la noche del viernes en los exteriores del recinto, ubicado a las afueras del núcleo urbano.
La estampa desoladora era la de su vehículo apedreado, con partes de la chapa golpeadas y la luna delantera visiblemente afectada por el impacto de una piedra que apareció junto al coche, en un escenario que dejaba ver la intencionalidad de la acción que acrecenta la sensación de enfado entre los habitantes de la población, que en más de una ocasión han trasladado al Ajuntament las quejas por la falta de seguridad en esa zona, especialmente en las noches de los fines de semana, afectando en ocasiones al mobiliario del recinto.
Pero la cosa fue a más al proceder la persona propietaria del vehículo afectado a realizar la pertinente denuncia ante la Policía Local de Bunyola. Al preguntar sobre la existencia de cámaras de seguridad en la instalación y sus exteriores, la respuesta fue afirmativa, aunque no estaban en funcionamiento, según le fue reportado.
El malestar ante esta situación y la inquietud que generan acciones de este calado se ha extendido entre los vecinos y usuarios del recinto, que esperan que no queden impune esta acción, especialmente para que no se repita en escenarios como el polideportivo o la zona del colegio, usado los fines de semana y festivos como aparcamiento y donde también se reúnen algunos jóvenes de la población.