Esta semana ha entrado en vigor la ordenanza municipal reguladora del uso de las armas en el simulacro del Firó, una normativa que el Pleno aprobó en febrero de 2023 y que el Ajuntament ha tardado un año en enviar al BOIB. El nuevo reglamento sustituye al anterior y establece un régimen sancionador para los usos indebidos de este delicado material, cuyo uso se considera, sin embargo, consustancial con la popular fiesta.
Aunque el año pasado el Ajuntament y los colectivos ya tuvieron que adaptarse a la normativa europea sobre el uso de armas de fuego, que prohíbe totalmente el uso de las escopetas convencionales en estos festejos, la ordenanza todavía incluye la posibilidad del uso de «otras armas», además de las de avancarga y recreación histórica, que son las únicas permitidas.
La normativa establece que las armas utilizadas «podrán ser o no de propiedad municipal» pero en todo caso los portadores o tiradores solo podrán ser personas mayores de edad nacidas o residentes en «Sóller, Fornalutx o Deià» debidamente formadas, autorizadas y acreditadas.
También se establecen una «normas de comportamiento» y prohibiciones como es la entrada en domicilios o locales, el disparo contra objetos, el uso indebido de la munición y otros explosivos autorizados, como los petardos, entre otras. La normativa no prohíbe de forma explícita el consumo del alcohol a los portadores de armas, aunque contempla el «exceso de alcohol» como un potencial riesgo para la seguridad.