«Estamos convirtiendo Mallorca en un solar y nos tenemos que plantear si queremos producir alimentos de aquí o si queremos ser un parque temático con los payeses como jardineros». Así de contundente se mostró este viernes el presidente de la Associació de la Producció Agrària Ecològica de Mallorca (Apaema), Miquel Coll, que junto a un grupo de unos 20 agricultores se plantaron ayer ante la Conselleria d'Agricultura i Pesca para mostrar su preocupación ante la situación que vive el sector agrícola y ganadero.
Igual que hicieron el jueves las organizaciones agrarias Asaja, Unió de Pagesos y UPA, los payes de agricultura ecológica recuerdan que «la payesía está al límite en Baleares» y quieren hacer oír su voz. El conseller, Joan Simonet, no los recibió porque no estaba en ese momento en la Conselleria, pero el grupo de agricultores dejaron registrado el manifiesto en el cual reclaman ocho actuaciones concretas y urgentes. La preocupación por las continuas sequías debido al cambio climático, el exceso de burocracia y los sobrecostes que sufren debido a la insularidad, son algunas de las reivindicaciones que plantean, similares a las que también han formulado los payeses de agricultura convencional. Aunque los agricultores eco han ido más allá y cuestionan también la presión humana que afecta al suelo rústicos «y que está provocando una desafección galopante de los productores» que puede provocar –añaden– la desaparición de la agricultura. Miquel Coll recordó «tenemos una gran cantidad de actividades impropias de la Fora Vila como son los parques fotovoltaicos o la construcción de viviendas en suelo rústico, lo que imposibilita que los payeses tengan acceso a la tierra a precios razonables», ejemplificó. Por ello, piden una moratoria de licencias para nuevas «actividades impropias del suelo rústico» mientras no hay aun planteamiento claro.
También reclaman que se aplique el decreto de sequía para poder dar de comer a la campaña de ganado ecológico. «La sequía no es un fenómeno puntual y debemos actuar ya», recuerdan mientras añaden que ante esta situación es necesario que haya una planificación a medio y largo plazo.
Por otra parte, los agricultores de la Xarxa de Pagesos Ecològics recalcan que apoya la Agenda 2023 y las estrategias Farm to Fork y Biodiversidad que marcó la Comisión Europea, unos aspectos que se han cuestionado durante las protestas en la Península debido a la politización de estas. «No queremos dar ni un paso atrás en la normativa ambiental, la transición ecológico ni en el objetivo de reducir e un 50 % la aplicación de fitosanitarios, ya que pone en cuestión la salud de las personas y del agroecosistema», añaden en su manifiesto, un punto que Coll también quiso incidir ante los medios de comunicación.