Las celebraciones de Sant Antoni continúan bien vivas y con fuerza este fin de semana. En esta ocasión la fiesta se traslada a los municipios costeros del Llevant, y localidades como Cala Rajada, Sa Colònia de Sant Pere o Cala Millor vibraron ayer con los bailes de los Dimonis y calentaron el ambiente llegada la noche con los tradicionales foguerons.
En Cala Rajada más de un centenares de vecinos se congregaron un año más en frente de la cochera de Toni Miquelet, en la plaza Mariners para ver la esperada salida de los Dimonis que acompañados por la banda de música abrieron una celebración que año tras año crece en participación. Por la tarde noche, el fuego tomó el relevo y los foguerons cerraron el gran día.
Los Dimonis también danzaron ayer en la Colònia de Sant Pere donde sobre todo los más pequeños disfrutaron de la jornada pese al intenso frío. Allí la fiesta empezó por la mañana con la acapte de toda la comitiva santantoniera por todo el pueblo y se alargó hasta la noche con la celebración de las completes y de las populares torradas.
En los núcleos de Cala Millor y Cala Bona tampoco quisieron quedarse sin juerga y como cada año, el fin de semana posterior al día del patrón de los animales, organizaron su propia fiesta. Y es que, en muchos municipios del Llevant, Sant Antoni no acaba hasta que no arden los foguerons de cada núcleo costero.