«Ante una situación de una inseguridad permanente, algunos productores lanzan la toalla y cierran sus explotaciones agrarias, un fenómeno recurrente entre las explotaciones de secano».
Con estas palabras la Associació de Producció Agrària Ecològica de Mallorca (Apaema) muestra su preocupación ante la escasez de precipitaciones. Una situación de sequía que se da cada vez con más frecuencia en Balears. «El año 2023 ha sido de mayor sinestralidad por cuestiones meteorológicas en el sector agrario balear desde que se tienen registros», apuntan a través de un comunicado.
Desde Apaema avanzan que la producción de los cultivos leñosos será escasa y «no son pocos los payeses que han decidido no sembrar cereales o legumbres porque saben que no recogerán nada», añaden. Por otra parte, los ganaderos saben que tienen comida para unos cuantos meses pero «algunos ya han decidido empezar a sacrificar y retirar animales» ante la situación que les depara.
La asociación recuerda que son momentos de gran incertidumbre para el sector que están condicionados a cumplir las directrices que marca la Política Agraria Común. Avanzan que la sequía que sufre ahora la Isla no será una excepción y que para paliar sus efectos «se ponen en marcha ayudas o acciones que no dejan de ser medidas pasajeras que no solucionan el problema de base», añaden.
Celebran que el Govern convoque la Mesa del Cambio Climático pero piden un debate profundo y transversales así como una planificación estratégica a medio y largo plazo sobre el sector primario.