Las rachas de viento han afectado el catamarán que, desde el mes de noviembre, está abandonado en la playa del Port de Sóller. Vecinos alertaron ayer que trozos de la embarcación han quedado esparcidos sobre la arena con el peligro de contaminación que ello puede provocar, además ofrecer una mala imagen de la zona. Hace semanas que los vecinos mostraron su preocupación por el abandono de la embarcación, una inquietud que ahora se agrava.
Desde el Ajuntament de Sóller, el responsable de Turismo, Sebastià Aguiló, explica que el consistorio dio 15 días a la propiedad de la embarcación para que efectuara su retirada.Aguiló añade que la demora se debe a que no ha sido fácil localizar a la propiedad ya que cuando quedó varado estaba en régimen de alquiler, por lo que se procedió a localizar al amador que sería el responsable final. Este pertenece a una empresa de fuera de la Isla, según añadió Aguiló que ayer mismo se desplazó a la zona al ser alertado por este periódico. Aguiló incluso retiró una de las piezas pequeñas para que no se las llevara el mar y confirmó que, en principio, parece que la estructura principal está asegurada.
El responsable de Turismo añadió ayer mismo que en caso de que la propiedad del catamarán no haga efectiva su retirada, será el propio ayuntamiento quien se hará cargo de la extracción de forma subsidiaria y se presentará luego la factura. Aguiló recuerda que en un primer momento la propiedad tenía la intención de desguazar el catamarán en la propia playa, un punta que el Ajuntament desestimó.