El Ajuntament de Son Servera pondrá en marcha en el primer trimestre de 2024 el proyecto de implantación de sistemas de drenaje sostenible en la zona de Cala Millor con el objetivo de reducir las pérdidas de arena. Se trata de una actuación que contempla la renovación de tramos de conducción obsoletos y que servirá para reducir los caudales que llegan a la playa y así evitar los arrastres de arena que reducen el ancho de la playa emergida. El proyecto tiene un coste de 921.883 euros y será financiado con los fondos europeos.
Los sistemas urbanos de drenaje sostenibles (SUDS) son los más conocidos de los englobados dentro de los sistemas de gestión sostenibles de aguas pluviales. Tienen como objetivo recoger parte del agua de la lluvia para infiltrarla al terreno de manera controlada, o bien retrasar el vertido en la red de saneamiento para evitar sobrecargas. En el caso de Cala Millor, además, cumplirá la función de evitar que los desagües pluviales se lleven la arena de la playa. De este modo, este tipo de actuación tiene una gran repercusión sobre el perfil emergido de la playa y en muchos tramos de ésta.
Una vez que se han analizado las distintas zonas con mayores problemas de arrastre de arena se han localizado entre las calles Sol Naixent y la zona de la Avenida Joan Servera Camps coincidiendo con la zona más al norte de la playa. De esta manera se actuará en dos espacios, en el aparcamiento junto a la calle Fetget y junto a la calle Sol. Éstas son dos zonas aptas para realizar zanjas de infiltración y retención de escorrentía.
El proyecto constructivo de implantación de estos drenajes conlleva una serie de actuaciones con un uso de pavimentos innovadores que emplean árido reciclado y mediante el uso de catalizadores absorben el CO2 y óxidos nitrosos con la particularidad que son porosos por lo que se reduce la escorrentía. Es una tecnología limpia que lo único que necesita para funcionar es la luz del sol. Así se combate la contaminación.
Por otro lado en lo que hace referencia a la zona verde las palmeras junto a la calle Sol se mantienen y quedan en alcorques elevados formados por muretes de hormigón blanco a modo de banco. Se complementará la jardinería con arbolado en la otra plaza. Para homogeneizar el paseo se opta por renovar las papeleras y colocar unas con acabado similar al resto del mobiliario. Se instalarán aparcabicis resistentes al ambiente marino.