Identificar los problemas de convivencia en los diferentes municipios de Mallorca es el primer paso si se quiere mejorar la integración y el arraigo entre las personas recién llegadas y la población local. Este es el gran reto que se ha propuesto Taula de Convivència que desde hace meses trabaja para realizar un diagnóstico de la realidad social en los municipios de Manacor, Inca y sa Pobla entre la comunidad local y extranjera.
El resultado pone de manifiesto que todavía queda mucho trabajo por hacer. A través de encuentros realizados tanto a las comunidades inmigrantes como a la población local y a las diferentes administraciones se ha puesto sobre la mesa que en los tres municipios la población local percibe una falta de integración por parte de las comunidades extranjeras, mientras que la falta de identificación cultural y social es otra de las carencias que, en este caso, se percibe entre los jóvenes inmigrantes.
Así también lo destaca el presidente de la entidad Trobada Marroquina per Covivència i Ciutadania, Abderrahim Ouadrassi, impulsor del estudio de diagnóstico, quien recuerda que en especial los jóvenes tienen una falta de interés por la integración cultural. «Los inmigrantes no se sienten identificados con la realidad de sus pueblos. Sienten que el municipio no responde a sus demandas», aclara Ouadrassi.
Por municipios, el informe señala que en Manacor la población local recalca la falta de integración, apuntando a la necesidad de colaboración efectiva entre escuelas, centros médicos y administración. Y es que en la capital del Llevant, la población extranjera destaca la falta de oportunidades laborales así como las «barreras en la atención médica» o la necesidad de mejorar la compresión intercultural. Los problemas no difieren mucho de los detectados en sa Pobla, donde también se han identificado problemas de discriminación y lo que llaman «barreras lingüísticas».
En cambio el estudio realizado en Inca muestra como hay una «fuerte percepción de problemas con la inmigración, falta de comprensión, además de desafíos para la administración en integración», apuntan las conclusiones del informe.
Por ello, las entidades reclaman a las administraciones y a los diferentes actores implicados que se implementen programas específicos de integración y formación intercultural. Así como reforzar el sentimiento de pertenencia a través de iniciativas comunitarias o fomentar la colaboración entre instituciones y comunidades de inmigrantes. «La integración debe ser bidireccional, tanto por la comunidad inmigrante como por parte de la población local y la administración», destaca Oudrassi.
La presentación de este estudio sobre estos tres municipios de la Part Forana así como los retos para un diálogo intercultural efectivo se plantearán hoy mismo en la I Jornada sobre convivencias y diálogo que tendrá lugar a partir de las 10 horas en el Museu del Calçat de Inca.
Durante las jornadas, además de participar técnicos y responsables de los ayuntamientos de los municipios afectados también intervendrán el catedrático de Trabajo Social, Carlos Jiménez o el presidente de la ONG Azahar, entre otros. Abderrahim Ouadrassi destaca que el objetivo será ampliar este estudio en otros municipios de Mallorca.