El Grup d'Amics en Defensa del Medi Ambient (GADMA) ha denunciado que los camiones que transportan los residuos del servicio mancomunado del Raiguer dejan caer numerosos restos en los caminos cuando realizan trayectos hacia la planta de TIRME de Binissalem.
El portavoz de GADMA, Bernat Fiol, lamenta que «cada dos meses tenemos que dedicar una jornada a limpiar toda la basura que han esparcido estos camiones y llenamos unas cuantas bolsas de cien litros. Es algo que a simple vista quizá no se aprecie, pero está lleno de porquería en los arcenes». Las vías más afectadas son el camí del Pou des Torrents y el camí de Son Roig.
GADMA reclama al Ajuntament de Binissalem «una vigilancia estricta de estos vehículos que vienen de otros municipios, al ser un servicio mancomunado, para que no se produzcan estas situaciones. Exigimos que los vehículos lleven protegido el material a reciclar y que no transporten más carga de la permitida».
Desde Tirme señalan que la instalación de Binissalem es una estación de transferencia y que la empresa es la encargada de la compactación de los residuos y de su posterior transporte, en contenedores compactos, hacia la planta central. De esta manera, la empresa descarta que los residuos localizados en los caminos cercanos procedan de los vehículos de salida, que son los únicos de su responsabilidad.