Vecinos de Llucalcari han expresado su preocupación y alarma por el gran impacto de unas obras que promueve el Govern en el protegido llogaret de Llucalcari. La actuación pública ha supuesto la apertura de un acceso por el interior de una propiedad privada en la que se han arrancado olivos centenarios y destruido paredes de pedra en sec. Según fuentes municipales, la actuación forma parte del proceso de reforma de la casa de Can Junyer, obra promovida por el Govern balear y que se inició en la anterior legislatura por iniciativa de la entonces Dirección General de Cultura.
Los vecinos, al ver los destrozos, han puesto los hechos en conocimiento del Ajuntament de Deià. El alcalde, Lluís Apesteguia, ordenó a la Policía Local el levantamiento de un acta y los servicios técnicos han abierto un expediente informativo, aunque el alcalde ha confirmado que la obra cuenta con licencia municipal.
Olivos
Según explicó ayer Apesteguia «he puesto en conocimiento de la Conselleria el impacto de estas obras en el paraje de la Serra de Tramuntana y también se ha notificado la actuación a los Agentes de Medi Ambient». El alcalde ha recordado a los responsables supramunicipales que «la normativa urbanística de Deià es estricta con los olivos y aunque se pueden arrancar en caso de obras, es absolutamente obligatorio replantarlos en el mismo lugar o en otro sitio del municipio, ya que está prohibido que se puedan sacar fuera del término municipal».
Apesteguia asegura que un técnico le ha confirmado que los olivos no han sufrido daños que impidan su resiembra, algo que el Ajuntament «vigilará de cerca igual que la correcta reconstrucción de los marges afectados».
El portavoz de la oposición, Xisco Salas, opina que «después de lo que pasó en Llucalcari la Administración debería ser más cuidadosa y evitar el impacto». Recordó que las obras de Can Junyer para la creación de un centro artístico y de investigación en Llucalcari «tienen un presupuesto muy elevado, de más de dos millones de euros».