El tren hacia Inca funcionó ayer con gran eficiencia teniendo en cuenta las miles de personas que lo cogieron para llegar hasta el Dijous Bo. Desde primera hora, el flujo de visitantes fue constante, aunque a la media mañana se dio un boom de viajeros que llegaban tanto desde Palma como desde Manacor y el resto de pueblos intermedios de ambos trayectos.
Incluso algunos visitantes de Inca fueron tan madrugadores como un pequeño grupo de residentes de Palma que llegó puntual a las 8:00 de la mañana.
Cabe destacar que en ningún momento de la jornada se registraron picos de gran saturación ni retrasos significativos. Eso sí, sobre las 10.30 horas algunos trenes llevaban unos minutos de demora debido a la gran cantidad de gente que intentaba subir a los vagones sin éxito e impedían que arrancaran a tiempo.
Y es que en muchos de los convoys hubo gente que se quedó sin asiento y tuvo que ir de pie. Al margen de esto, la tónica general del día fue la normalidad, después de que en el Dimecres Bo se tuviera que incrementar la frecuencia de trenes.
Los viajes se prolongaron en esa noche hasta más allá de las 5 horas de la madrugada. Sin embargo ayer no hubo refuerzo de frecuencias, que tuvieron las habituales, cada 10 minutos desde la Estación Intermodal de Palma. Cabe recordar que el Ajuntament habilitó aparcamientos disuasivos en las entradas del pueblo aunque quedaron llenos antes de las 9.30 horas de la mañana.