Algaida se llenó este sábado con una fira que tenía la solidaridad y la inclusión como banderas principales, además de la artesanía, el producto local, la cultura y la gastronomía. Con una participación récord de 140 paradetes y más calor del deseado, la plaza y calles adyacentes se llenaron con centenares de visitantes. En esta edición, el Ajuntament tuvo que extender el espacio destinado a la Fira para poder dar cabida a todas las entidades que querían montar su espacio. Las actividades más aplaudidas fueron la muestra de caballos de raza autóctona y la de coches antiguos.
Solidaridad
Una calle entera, la calle Mesquida, estuvo destinada a la inclusión social. En ella, las personas con trastorno del espectro autista pudieron disfrutar sin ningún tipo de obstáculo cognitivo, como fuertes olores o ruidos excesivos, entre otros.
Algaida también tuvo espacio para la solidaridad con dos puestos muy visitados. La Exposició 30è aniversari del Fons Mallorquí de Solidaritat i Cooperació y la paradeta destinada a un proyecto de becas para los estudios de los niños de Nicaragua.