«Salvem Sa Pedruscada». Éste es el objetivo de la nueva plataforma digital que nace para frenar el proyecto presentado en el Ajuntament de Capdepera de construcción de 60 viviendas en 18 bloques con una piscina comunitaria y otras individuales en la urbanización de sa Pedruscada. Más de un millar de personas ya han firmado en change.org para mostrar su preocupación por «la especulación urbanística de esta actuación que tendrá una intensidad de uso del suelo diferente al de todas las parcelas que le rodean». Por este motivo piden «la revisión de este proyecto».
El proyecto básico entró en el Ajuntament a principios de año. Así lo ha explicado a este periódico el regidor de Urbanisme, Paulí Faba, consultado sobre la situación actual. «La urbanización de Sa Pedruscada no cuenta con la dotación de servicios y ello es un requisito imprescindible para otorgar cualquier licencia. En estos momentos los servicios jurídicos están estudiando como se llevará a cabo esta dotación».
En el manifiesto de la plataforma digital en defensa de Sa Pedruscada se expone que «la construcción de 18 bloques de viviendas de hasta 4 alturas perjudican su entorno comprometiendo su valor ambiental, paisajístico, sus espacios y recursos naturales y alterando para siempre las condiciones de habitabilidad y convivencia de los vecinos y de las generaciones venideras». Esta parcela urbana tiene un uso hotelero. En 1989 ya hubo movilizaciones populares y una recogida de firmas para pedir la desclasificación, sin éxito.
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Entre los argumentos esgrimidos para frenar este proyecto, se hace referencia a que «conlleva la tala de los árboles que quedan en la parcela». También se menciona el «impacto medioambiental que va a tener en la zona de Sa Pedruscada con el ruido, saturación de personas y eliminación de zonas verdes». La plataforma «Salvem Sa Pedruscada» expone otras consecuencias de este proyecto como «la eliminación de toda la vegetación autótona que cubre esta parcela y que será sustituida por casas apartamentos y calles».
Sa Pedruscada aparece en las webs publicitarias como un puerto familiar de pescadores y ahora esta imagen se verá alterada. «El patrimonio ambiental y paisajístico esta en riesgo de desaparecer para siempre», sentencian.