El departamento de Caça del Consell ha finalizado la campaña de control de la codorniz en el Pla de Mallorca recabando un mayor recuento de ejemplares que el año pasado. Estos censos se hacen cada año para conocer la población de esta especie en la isla así como detectar la evolución de las poblaciones con el fin de mejorar la gestión y su conservación.
El seguimiento empieza el mes de febrero, con la llegada de los primeros machos migrantes procedentes del norte de África, y se alarga hasta el inicio de la media veda a finales de agosto. Los resultados recogidos este año por los técnicos de Caza muestran que hay mayor presencia de codornices en los cuatro municipios del Pla donde se realiza el recuento (Sant Joan, Vilafranca, Sineu y Petra).
En total se han censado un total de 270 machos cantores y se han anillado 39 ejemplares. El año pasado, por ejemplo, se censaron menos de la mitad de codornices que este 2023 (102 machos). Los técnicos creen que el hecho que la cosecha de cereal en algunos puntos haya sido tardía «podría ser uno de los motivos de la detección de una mayor presencia en comparación al año anterior», explican. Ahora todos los datos serán sometidos a análisis para poder realizar un estudio más concreto.
El censo de la población se realiza a partir del canto que emiten los machos, puesto que los cultivos de cereales, que es el hábitat que ocupan, no permite su observación directa. Para su estudio se anillan los ejemplares, se toman sus medidas, muestras de sangre para estudios genéticos o el estudio con isótopos de deuterio, que permiten saber las regiones geográficas de donde proceden.