Todo empezó el viernes cuando Jose, Fran y Sergi de 27, 24 y 25 años, fueron a Sóller de visita turística. Hasta ahí todo bien, pero su sorpresa llegó cuando oyeron que el encargado de un horno donde habían entrado a comprar, le decía a su compañera que les atendiera ella porque «estos son unos maricones de mierda. Los respeto, pero no lo comparto». La única explicación que le encuentra Sergi es que «como estábamos indecisos, tardamos en pedir y eso le debió molestar», supone.
En un primer momento, los tres se quedaron en shock y no le quisieron dar importancia. Pagaron y se fueron. Minutos después mientras paseaban, comentaron la situación indignados y decidieron denunciarlo en las redes sociales donde enseguida se hizo viral. «En el momento no supimos reaccionar porque estamos acostumbrados a que nos digan cosas, pero después decidimos que no lo podíamos dejar pasar», relata Sergi.
Por ello, se pusieron en contacto con Ben Amics, una asociación LGTBI de las Islas, para que les asesoraran a la hora de tomar medidas más contundentes. Así, esta semana presentarán una denuncia formal. Los afectados también se pusieron en contacto con la empresa, quienes les pidieron disculpas. «Dijeron que es un hombre mayor, que está sordo y que no lo hizo con mala intención», relata Sergi. Aun así, la empresa les dijo que el hecho «no tiene justificación».