Las carrozas de las fiestas de Sant Roc, en Alaró, han sido todo un derroche de imaginación y de creatividad. Las ocho carrozas que se han presentado este año han ido acompañadas por un mínimo de 30 participantes cada una, e incluso algunas han tenido que poner númerus clausus en el momento de inscribirse, porque superaban los 200 miembros, todos ellos engalanados con vistosos disfraces confeccionados a mano durante meses. El montaje de los carruajes tampoco se improvisa en este desfile de carrozas de Sant Roc que este domingo ha cumplido 48 ediciones, casi medio siglo siendo uno de los actos más vistosos de las fiestas patronales de Alaró.
Entre las propuestas el público ha podido admirar desde un desfile de moda Prêt-à-porter con su clásica máquina de coser Singer incluida, hasta la numerosa tribu Papa Nui con unos logrados moáis que reproducían con exactitud las misterioas esculturas de la Isla de Pascua o Rapa Nui. También ha desfilado una fusión de aves de colores vistosos, de flores y de jardineros bajo el nombre de Néctar, mientras que Ensucrats ha endulzado el recorrido con un surtido de golosinas gigantes.
No ha faltado una carroza inspirada en la película de Willy Wonka, mientras que el grupo La mar de bé ha sumergido en el fondo marino al numeroso público que contemplaba el desfile en las calles y plazas. Cuquilandia fue, sin duda, la carroza más «cuqui» del desfile, mientras que Estudi 25 ha sacado a los dimonis a la luz para participar en la diversión de todo el pueblo.