Nada más abrir las puertas del Santuario a les 5.30 horas, cuatro caminaires han entrado al Santuario. Los primeros del día. Y es que el día ha empezado este domingo pronto en Lluc. Un día lleno de emoción, alegría y también devoción. El prior, Marià Gestalver, junto al diácono Toni Moreno les han recibido con sorpresa, pues no esperaban que llegaran tan pronto, y tantos. Entre estos cuatro primeros peregrinos, también la primera mujer.
Después de ellos, poco a poco, sigue llegando gente, y se espera que los peregrinos sigan entrando hasta las diez o diez y media de la mañana. Así, la plaza y alrededores del Santuario están ya a esta hora llenos de ambiente y sobre todo de caras de satisfacción y de sonrisas de par en par, porque pese al cansancio y algún que otro dolor en los pies, nada puede empañar un logro como éste. Sin duda, el esfuerzo valió la pena.
Mientras se suceden las llegadas, la organización va entregando en mano a cada uno de los caminaires un diploma acreditativo por su logro. «La edición de este año ha vuelto a ser un éxito», ha confirmado Francisco Bauzà, presidente del Grup Güell. Y es que se han llegado a sumar a la marcha, entre personas inscritas y otras que han participado de forma particular, hasta 7.000 personas. Esto supone un 25% más que en la edición de 2022.
Además, todos coinciden. La Mare de Dèu de Lluc les ha hecho fácil el camino, pues las temperaturas este año han acompañado y el calor ha dado una tregua para hacer más llevaderos los 47 km que separan Palma de Lluc. Allí arriba, Protección Civil, ambulancias y cuerpos de seguridad vigilan para que todo siga su curso y que todos los caminantes lleguen en buen estado. Finalmente no ha habido ningún incidente.
Después de la Misa dominical de las 11 h todos los peregrinos ya habían llegado y Lluc ha vuelto poco a poco a su calma habitual.
Una vez más la marcha ha cumplido con creces las expectativas. Hasta el año que viene.