Los propietarios del Ullal en Pollença han registrado esta semana un escrito en el Ajuntament en el que le piden que impulse una modificación puntual del planeamiento urbanístico del municipio que «a cambio de recuperar el humedal y convertirlo en un parque público» les permita edificar un equipamiento en el área no afectada por Recursos Hídricos.
Los terrenos, que actualmente están protegidos como suelo rústico, son los mismos a los que hace veinte años el Plan Territorial de Mallorca quería trasladar los derechos de edificación que entonces tenían los propietarios de terrenos en Cala Carbó. Evitaba así la construcción de medio centenar de chalets en la primera línea de mar sin tener que indemnizar a los propietarios y promotores de la urbanización situada junto a la Cala Sant Vicenç.
La de Cala Carbó-Ullal era una de las llamadas Áreas de Reconversión Territorial (ART) que, no sin polémica, acabaron desapareciendo del texto definitivo del Plan Territorial de Mallorca ante la sospecha de que algunas de ellas (no era el caso de esta de Pollença) podrían incurrir en una presunta connivencia con propietarios e inversores.
La aprobación inicial del Área de Reconversión Territorial (ART) de Cala Carbó-Ullal animó a algunos inversores a comprar terrenos en el Ullal y veinte años después no han podido recuperar su inversión. El Plan Hidrológico de Baleares protegió el humedal del Port de Pollença impidiendo de facto la urbanización de los terrenos. El suelo urbanizable del Ullal se convirtió inmediatamente en suelo rústico.
La propuesta registrada ahora por los propietarios abandona la idea de construir pisos o chalets en la zona y apuesta por la creación de un equipamiento con varios usos posibles (educativo, deportivo, sociosanitario...). Para ello requiere clasificar un nuevo sector urbanizable directamente ordenado de 3,02 hectáreas según medición topográfica. La zona húmeda prevista en el Plan Hidrológico es objeto de delimitación, recuperación y mantenimiento, quedando calificada como espacio libre público. Junto con el sistema viario y los nuevos aparcamientos públicos la zona húmeda será de cesión obligatoria al Ajuntament.
El equipamiento (probablemente una residencia) se construiría en la trasera del humedal que es la zona más próxima a la circunvalación del Moll. En las inmediaciones ya existe una residencia para personas mayores que, gestionada por la empresa privada que la construyó en suelo público, tiene la mayoría de sus plazas concertadas con el Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS). Fue la primera residencia que se construyó en el Port de Pollença y la segunda en el municipio pues ya existía una que gestionaban las monjas en el antiguo convento de Sant Domingo. En opinión de los propietarios su propuesta «serviría para que Pollença dé salida a una zona húmeda que hoy está muy degradada y representa un problema».
Recuerdan que «el del Ullal es un antiguo humedal que (aunque su origen es artificial) lleva años siendo un problema por su degradación». En el Port de Pollença existe otro gran humedal, el de la Gola que expropiarion el Govern y el Ajuntament para convertirlo en un gran parque público periurbano que atrae al sector de turismo ornitológico, en auge desde hace años.
Preguntado sobre la posibilidad de iniciar el cambio urbanístico que solicitan los propietarios, el alcalde de Pollença, Martí March (PSOE), explica: «Este es un tema complejo de hace mucho tiempo sobre el que se ha trabajado por parte de los promotores. Y por tanto una cuestión para estudiar a fondo. Conozco la propuesta inicial pero, además hay otras administraciones implicadas. Hay que verlo con toda la información necesaria».
El resto de administraciones implicadas a las que se refiere el alcalde March son la Dirección General de Recursos Hídricos del Govern y el departamento de Urbanismo del Consell de Mallorca. La primera es la que blindó la zona contra la construcción con la aprobación del Plan Hidrológico y el Consell será quien analice si la modificación puntual está suficientemente justificada.
Desde la oposición el exalcalde y exregidor de Urbanisme, Tomeu Cifre (Tots per Pollença), opina que «Hay que dar un tratamiento que compagine la preservación del entorno y su uso. La degradación del entorno produce que la zona húmeda sin salida al mar dé problemas y lo ideal sería que en el futuro se pudiera hacer algo parecido al parque de la Gola. Al no ser terrenos públicos lógicamente habría que compensar a la propiedad de alguna manera».