El municipio de Estellencs enciende las alarmas ante la escasez de recursos hídricos. Si bien, los depósitos municipales cuentan con suficiente agua para abastecer a la población, el Ajuntament ha lanzado una campaña de concienciación con el objetivo de reducir el consumo entre sus habitantes durante los meses de verano. Así lo explicó ayer el alcalde, Bernat Isern, quien reconoce que la situación podría llegar a ser crítica si no se hace un consumo responsable o si se alargan los periodos de sequía.
Estellencs consume cada día unos 160.000 litros de agua, una cantidad que equivaldría a 16 camiones cisterna. El elevado consumo de agua en un municipio tan pequeño se debe, según Isern, a la población flotante de las segundas residencias que, durante los meses de verano, viven en la localidad.
A ello hay que añadir los turistas que también visitan el pueblo, lo que provoca que el consumo de recursos hídricos casi se duplique durante los meses de julio y agosto respecto a los meses de invierno. Si en estas fechas se consumen 160.000 litros, en invierno este se reduce a 90.000 litros diarios. «Hay que tener en cuenta que durante el verano casi doblamos la población; si en Estellencs somos unas 200 habitantes que residimos siempre en el municipio, en julio y agosto superamos los 400», aclaraba ayer el alcalde Isern.
Ante esta situación, el Ajuntament ha decidido iniciar una campaña para que residentes y visitantes reduzcan el consumo de agua que les llega a través de la fuente de S'ull de s'aigua. De momento, Isern no plantea ordenar que se apliquen restricciones como sucede en otros municipios con la prohibición de rellenar piscinas o regar los jardines con agua potable. Tampoco plantea tener que comprar camiones de agua de fuera para abastecer a la población. Pese ello, asegura que de cara al año que viene, «fijaremos una nueva ordenanza sobre el agua donde se aplicarán restricciones a los grandes consumidores», añade Isern que recuerda que este tipo de restricciones solo se realizarían cuando hubiera escasez de agua.
Otros municipios de la Serra, como es el caso de Deià, hace ya años que ante la escasez de agua se ven obligados a contratar camiones-cisterna, para abastecer a la población. Otros municipios, en cambio, optan por tomar medidas como la prohibición de llenar piscinas o regar jardines.