El plan de movilidad de la Colònia de Sant Pere, en el núcleo de Artà, se ha aprobado de manera definitiva y recoge un total de 19 actuaciones para establecer las bases para mejorar la movilidad y convertir la zona costera en un lugar más accesible y seguro. Este documento responde a una demanda de los ciudadanos a través de los presupuestos participativos y da respuesta a los problemas localizados en el estudio previo de movilidad en el que se detectó un desequilibrio del reparto de la vía a favor del automóvil.
El plan establece una serie de actuaciones a desarrollar que se fijan a corto, medio o largo plazo. Todas ellas están destinadas a favorecer las condiciones para la movilidad de los peatones, aumentar el uso de la bicicleta, promover la utilización del transporte público ante el transporte privado, fomentar un uso racional del coche o controlar y disminuir los niveles de contaminación atmosférica y acústica provocados por el tráfico.
Una de las propuestas esenciales es dar prioridad al peatón fomentando el uso de la bicicleta. Para ello, según recoge el plan, es necesario crear las condiciones de infraestructuras, gestión del tráfico y educación viaria necesarias para promover su uso. Otra de las actuaciones pasa por crear zonas de prioridad para peatones donde la movilidad a pie y el vehículo motorizado se intercambian los papeles.
En el mismo sentido se recoge la necesidad de recuperar las bolsas de aparcamiento situados en la vía pública para dedicarlas a los peatones y buscar solares que puedan absorber la demanda de estacionamientos.
También se apuesta por la regulación de plazas de aparcamiento para residente (área verde) y garantizar el aparcamiento a los vecinos. Si Artà ya cuenta con los caminos escolares seguros, la Colònia de Sant Pere también quiere implantar rutas saludables. La ubicación del colegio público Rosa dels Vents dificulta que los niños puedan acceder a pie de una forma autónoma.