La Associació de Veïns de la Cala Sant Vicenç, en el municipio de Pollença, aprovechan el reciente cambio en el equipo de gobierno (ahora formado por PSOE y Més) para pedir que se prohíba la circulación de quads por su núcleo de población, por Cala Carbó y el Coll de Síller. Los vecinos quieren que el Ajuntament de Pollença tome medidas y regule o evite el paso de este tipo de vehículos que, según ellos, ocasionan «peligros en la carretera, ruidos que padecemos los residentes y no dejan ni un euro no en Cala Sant Vicenç ni tampoco para las arcas municipales».
Los afectados creen que estos son «motivos suficientes» para que el nuevo equipo de gobierno ponga hilo a la aguja y arregle esta situación, que provoca las quejas vecinales desde hace años. Los vecinos recuerdan que ya pidieron soluciones al antiguo gobierno «y no recibimos respuesta. A ver si la nueva política se nota», dicen. De esta manera, los vecinos reclaman una normativa como la que se ha impulsado en este último mandato en municipios como Manacor, Artà, Felanitx o Alcúdia. Estos municipios cuentan con ordenanzas relativamente recientes para preservar el medio rural y la red de caminos de los términos municipales.
En el caso de Manacor, por ejemplo, la normativa pone limitaciones a las excursiones con quad para evitar el daño que este tipo de vehículos producen en los caminos, tanto públicos como privados. En Alcúdia, el Ajuntament también puso coto a las excursiones de quads, boogies y motocrós a los espacios naturales protegidos. El mayor problema detectado era que muchos usuarios circulaban a velocidades excesivas por vías sin acondicionar, lo que provocaba la degradación de los espacios.
De hecho, los vecinos de todos los municipios que padecen las excursiones de quads por sus zonas coinciden por lo que, durante el verano pasado, los municipios del Llevant reclamaron una normativa única para todos los pueblos de Mallorca. De momento, esta normativa única aún no se ha puesto en marcha y las limitaciones se rigen por ordenanzas municipales.