El Pla de Mallorca y en concreto Montuïri y Porreres sufrieron el pasado mes de mayo varios episodios consecutivos de lluvias intensas. Llovió sobre mojado y eso afectó tanto a edificios públicos, como a casas particulares, infraestructuras o carreteras.
Una vez vuelta la normalidad, los técnicos municipales han podido contabilizar los daños de estas tormentas, y entre los dos municipios ascienden a cerca de 600.000 euros. En Montuïri, el ya exalcalde, Joan Verger, confirma que la cuantía de desperfectos asciende hasta los 300.000 euros aproximadamente, mientras que, por su parte, la alcaldesa de Porreres, Xisca Mora, valora los daños en Porreres en 280.000 euros.
En el municipio de Montuïri los desperfectos se produjeron, sobre todo, en caminos públicos y privados y huertos particulares. El torrente también se vio afectado.
En Porreres, por su parte, las lluvias dañaron muchos edificios e infraestructuras públicas, así como el pabellón Joan Llaneras o el campo municipal d'Esports de ses Forques, los pistas de pádel, de fútbol, de tenis o la escoleta municipal Sa Sitra, que incluso tuvo que permanecer un día cerrada al público. A ellos hay que sumar también un gran número de caminos públicos.
«En esta cifra que hemos contabilizado hasta ahora no se contemplan los daños a particulares, que también fueron muchos», explican desde el Ajuntament de Porreres. «En el caso de que quieran pedir ayudas de forma particular, como no puede ser de otra manera, el Ajuntament estará al lado de los vecinos y dará su apoyo», matizan.
Ambos ayuntamientos, una vez hecho el balance, remitirán toda la documentación recogida a las administraciones competentes, Recursos Hídrícs del Govern, Delegació de Govern para que traslade la petición a Madrid y Carreteras del Consell de Mallorca, solicitando la cuantía total de los desperfectos para poder arreglar los más urgentes tan rápido como sea posible.
Cabe recordar que las tormentas de principio de junio llegaron a descargar hasta 95 litros de agua en menos de una hora en Porreres lo que causó inundaciones de calles y carreteras y anegó las alcantarillas y los campos de cultivo que también se vieron muy afectados.
El Torrent de Banyeres también se desbordó.