La estación del tren de Son Carrió encierra multitud de historias y da cobijo a un patrimonio ferroviario que gracias a la Fundació Ferrocaib puede mantenerse en pie. Allí está la futura sede del museo del ferrocarril que desde hace años busca financiación y que desde el Govern se paralizó priorizando otras inversiones. Coincidiendo con las fiestas patronales de Son Carrió se llevaron a cabo una serie de actividades para celebrar el centenario de la locomotora Mallet CP E 215, ubicada en el museo.
En el acto participaron el director del museo vasco del ferrocarril Juanjo Olaizola que destacó el alto valor patrimonial de la locomotora y explicó que, como ésta, solo quedan cuatro en circulación en toda Europa. Por su parte, el presidente de la Fundació Ferrocaib, Guillem Febrer, explicó como se ha diseñado el museo en el plan museológico redactado gracias al apoyo del Ajuntament de Sant Llorenç.
La idea es un museo vivo donde el patrimonio ferroviario pueda circular por las vías de la línea Manacor-Artà. Además se prevé que tenga un fuerte impacto en el ámbito social, en la medida que creará puestos de trabajo para personas con discapacidad y será un elemento de gran dinamización económica. También el museo tendrá un fuerte componente educativo para las generaciones más jóvenes y será un ejemplo de economía circular.
En el transcurso del acto se hizo sonar el silbido de la máquina, en silencio desde hacía 42 años, y el fotógrafo Gaizka Taro realizó una fotografía de familia con una cámara del año 1890. La locomotora quedó abandonada en la estación de Regua durante más de 25 años hasta que en 2009 la asociación de Amics del Ferrocarril la rescató de su olvido y la transportó a Mallorca. La Fundació Ferrocaib se hizo cargo de su recuperación y ya se ha iniciado el proceso de restauración.