Los vecinos del barrio marinero de Santa Catalina, en el Port de Sóller, que hace unos días empezaron una campaña para la elaboración de pancartas con el mensaje ‘S.O.S. veïnats' como señal de protesta contra la progresiva turistificación y gentrificación de las zonas residenciales, han empezado a colgar los carteles en las fachadas de sus casas. Según uno de los vecinos de la zona, «muchos propietarios del barrio, especialmente de la primera línea, han encargado sus carteles y los irán colgando progresivamente en señal de protesta, ya que la calidad de vida en esta zona del Port ha caído en picado».
Los vecinos quieren dejar claro que no están «contra el turismo» pero sí contra el hecho de que una zona tranquila que tradicionalmente había sido habitada por pescadores y gente del Port de Sóller ahora «esté llena de terrazas y con un elevado porcentaje de viviendas dedicadas al alquiler vacacional».
Aseguran que se trata de una campaña de los vecinos que se suman a título personal, ya que no ha sido reivindicada por ninguna entidad ni asociación. Los afectados opinan que el problema de sustitución de viviendas tradicionales por negocios «es un problema grave que ya afecta a varias zonas del Port y de Sóller» y quieren hacer un llamamiento a sus residentes para que también encarguen carteles y los cuelguen de sus fachadas en señal de protesta.
Algunas de las zonas afectadas son por ejemplo la avenida de Antoni Montis, en el puerto, o la zona del Pont d'en Barona. Los vecinos que se han sumado a la campaña han abonado 30 euros por cada pancarta y en algunas casas se han colocado varias de ellas. Algunos afectados insisten en que el problema es la saturación de vivienda vacacional en algunos barrios, lo que también provoca más gente en las calles durante la noche, ya que en los bajos de casas han proliferado bares y restaurantes. El aumento de negocios en la zona no ha dejado de crecer desde que se reformó el puerto.