La Comisió de Medi Ambient ha impuesto una multa de 200.000 euros a la granja de gallinas ponedoras de Son Perot, en Llucmajor por una infracción grave. Así lo estipula la resolución del procedimiento sancionador que la Conselleria de Medi Ambient inició tras las reiteradas denuncias de los vecinos afectados por los malos olores que genera la instalación.
La granja no cuenta con la Autorización Ambiental Integrada (AAI) obligatoria para granjas con 40.000 gallinas o más pese a que la instalación avícola tiene actualmente 135.696 gallinas. Una información que adelantó Ultima Hora.
Ahora, la Comisión ha resuelto el proceso sancionador que podía oscilar de los 20.001 a los 200.000 euros. En la resolución se señala que se ha impuesto la cantidad más elevada que se podía dada la gravedad entre otros motivos por la existencia de intencionalidad o reiteración, puesto que el responsable ya es titular de otra instalación sujeta a esta autorización y, por lo tanto, no se podía alegar desconocimiento.
Malos olores
En la misma resolución también se requiere a la avícola llevar a cabo las acciones necesarias con relación a la plataforma de excrementos de 4.835 m² para evitar las consecuentes molestias por olores detectadas por los Agentes de Medio Ambiente en su visita a las instalaciones.
Cabe recordar que estos olores afectan a casi 9.000 vecinos de Urbanizaciones que llevan cuatro años «sin poder llevar una vida normal en nuestras casas», como explica Nati García, portavoz de los vecinos afectados. Además, insisten en que «no buscamos sanción, si no que se solucione el problema». Una vez dictada la resolución, la empresa debe ejecutar las actuaciones necesarias para tramitar el correspondiente procedimiento de autorización ambiental integrada inmediatamente, ya que, por el contrario se podrían imponer nuevas sanciones.