La Fira del Vi de Pollença arrancó ayer con una serie de novedades. La primera es el cambio de ubicación y el regreso al claustro de Sant Domingo, después de que en las dos anteriores ediciones se trasladase el evento al aparcamiento de Can Conill a causa de las restricciones sanitarias por la pandemia.
La feria también está de celebración porque llega a los veinte años como una propuesta muy consolidada que nació de la asociación Vi Primitiu como una forma de promocionar los vinos locales y se ha convertido en todo un acontecimiento que reúne a profesionales del sector y aficionados al vino que tienen una gran oportunidad de descubrir referencias, bodegas y novedades en un solo lugar.
Participación
La nómina de bodegas mallorquinas este año asciende a 39 y, como ya ha ocurrido en las anteriores ediciones, la Fira del Vi acoge a una representación de la DO Montsant de Tarragona que acude a Pollença con vinos de 24 bodegas de la zona.
La inauguración de ayer a mediodía contó con la presencia de la consellera de Agricultura, Mae de la Concha, que fue recibida por el alcalde Andrés Nevado. Al estar en precampaña, también hubo una notable asistencia de representantes de todos los partidos del espectro político balear.
La XX Fira del Vi continuará hoy con un horario de las 10 a las 14 horas, aunque la taquilla cerrará una hora antes de la clausura. La entrada es de 15 euros e incluye una copa de regalo y un vale de 5 euros para adquirir vinos. Durante la mañana se han programado algunas catas comentadas, como las de las bodegas Santa Catarina (10.30 horas), Son Bordils (12.00 horas) y de la DO Montsant, que será a las 13.00 horas.