La Conselleria de Agricultura i Pesca ha iniciado un expediente sancionador por presunto «fraude agroalimentario» por la venta en una grande superficie de requesón etiquetado como ‘mallorquín' pero que se había producido en la Península. La dirección general de Polítiques per a la Sobirania Alimentària retiró un total de 308 kilos de requesón, distribuido en 616 envases, que se anunciaban como un producto mallorquín y que fue denunciado por ganaderos ya que su producto básico (la leche) no procede de vaquerías de Mallorca.
La empresa afectada es Prilac, Productors Illencs S.A. según confirmó este miércoles Agricultura, que ha abierto el expediente por una infracción calificada como «fraude» y que ahora estudian los servicios jurídicos de la Conselleria. Prilac es una empresa dedicada a productos lácteos que fue adquirida por la compañía Avícola Ballester al grupo Fontanet. Desde el pasado mes de octubre Prilac no compra la leche a ningún ganadero de Mallorca, según confirmó este miércoles la secretaria ejecutiva de UPA, Joana Mascaró, que matizó que en estos momentos la mayoría de vaquerías proporciona leche a Agama y Grimalt. «Prilac, por una decisión empresarial, decidió comprar la leche de la Península, no solo la que compraba a los ganaderos de vacas sino también a un joven que producía leche de cabra», añadió.
No es la primera vez que el Govern abre un expediente sancionador a esta empresa por «fraude agroalimentario», como avanzó la publicación Va de vi. El primero que se inició, según Agricultura, hacía referencia a un queso cortado. Ambos expedientes están todavía en manos de los servicios jurídicos. En el caso de la venta de requesón la sanción económica podría llegar a los 15.000 euros. Además, la Conselleria también ha abierto expediente a la superficie comercial por vender dicho producto.
Desde Asaja, su gerente, Joan Simonet, se congratuló este miércoles por la rapidez en que ha actuado la administración. Los hechos fueron denunciados la tarde-noche del 1 de abril y el lunes 3 de abril ya se inició el expediente y la consecuente retirada del producto. «No se pueden hacer trampas ni engañar al consumidor diciendo que es de Mallorca cuando en realidad no lo es», apuntó Simonet quien remarca supone un «agravio comparativo con los ganaderos de la isla que hacen las cosas bien». Este periódico intentó este miércoles ponerse en contacto con la empresa Prilac para conocer su versión, pero no quisieron atender la llamada.