La plataforma Vecinos de Alcúdia Afectados por el Cable (VAAC) ha convocado este sábado una nueva manifestación por el centro de la ciudad que ha contado con una gran respuesta de la ciudadanía y más de 300 personas han mostrado su rechazo al posible proyecto de interconexión eléctrica submarina entre el norte de Mallorca y la Península.
La concentración ha comenzado en la plaza de Carles V sobre las cinco de la tarde, donde se ha leído un manifiesto. La comitiva se ha dirigido después hacia el Ajuntament, donde se ha leído un segundo comunicado. Ambas declaraciones han sido muy críticas con el Govern y el Gobierno central, mientras que posteriormente se ha agradecido el apoyo del Ajuntament d'Alcúdia y de todos sus representantes políticos.
El principal motivo de esta nueva manifestación de protesta, después de la organizada el pasado 11 de febrero y de numerosas reuniones con representantes políticos, se debe a la presencia en estos pasados días del buque Artabro, «una embarcación contratada por Red Eléctrica que ha realizado introspecciones en la bahía de Pollença para la inminente entrada del cable de la Península y su posterior salida hacia Menorca», explican los representantes de la plataforma vecinal. Por su parte, Red Eléctrica comunicó que esta nave realizaba los trabajos exclusivamente para la conexión de Menorca.
Entre los manifestantes se han podido ver a algunos representantes políticos del Ajuntament d'Alcúdia que participaron de forma particular. Es el caso del alcalde Domingo Bonnín (PI) y de regidores de los partidos que forman el espectro político de Alcúdia como PP, PSIB-PSOE, Més, UxA, Cs y Vox.
Durante la lectura de los comunicados se ha hecho referencia a que la protesta «recoge en su seno sensibilidades de todo tipo. Somos una plataforma cívica y abierta, por lo que respetamos que haya posiciones que van desde el ‘no cable' hasta la alternancia del cable por otros enclaves. Lo que nadie, absolutamente nadie discute, es que el segundo cable no de debe entrar bajo ningún concepto por la bahía de Pollença».
La plataforma, que ha agradecido el trabajo realizado por el GOB, ha denunciado además que «la entrada del cable por la bahía de Pollença supondrá la destrucción de un paraje natural inigualable, la imposibilidad de replantar la posidonia enraizada sobre roca y, sobre todo, el mayor atentado a la salud de las personas, puesto que el trazado discurrirá frente a cientos de viviendas».