El parque solar que se había proyectado en los terrenos de Son Fuster de Selva y Son Vivot de Inca no se hará por la falta de diligencia del promotor en la tramitación de los permisos. En caso de que el proyecto se quiera tirar adelante, el promotor deberá iniciar las gestiones desde cero.
Este proyecto ha sido muy polémico durante las últimas semanas a causa de la oposición de vecinos y grupos ecologistas que han denunciado la colocación de más de 70.000 placas solares en las faldas del Puig de Santa Magdalena. De hecho, los contrarios al proyecto protagonizaron una concentración este lunes frente al Consolat de Mar para pedir al Govern que retirase el interés estratégico que se había concendido al parque fotovoltaico Fenix Energy.
Fuentes de la Conselleria de Transició Energética del Govern informaron ayer que la tramitación correspondiente que debía llevar a cabo el promotor de esta gran instalación «no ha entrado a tiempo y no tiene punto de conexión eléctrica».
Las mismas fuentes añadieron que el pasado 25 de enero la Conselleria no recibió la declaración de impacto ambiental, tal y como marca la normativa, y ayer se le comunicó que el proyecto caía.
Si la promotora quiere recuperar ahora el proyecto del parque fotovoltaico, que ocupaba 53 hectáreas de suelo rústico, deberá iniciar toda la tramitación y pedir todos y cada uno de los informes necesarios a las diferentes administraciones.