La segunda parte de las obras de remodelación del núcleo antiguo de Artà han supuesto una sorpresa para operarios y vecinos, y es que durante el transcurso de éstas ha quedado al descubierto una reliquia histórica del pueblo: el antiguo aljibe de la plaza de s'Aigua. Una estancia de planta cuadrada de unos 100 metros cuadrados y 12 metros de altura que consta de dos salas y está coronada por la vuelta de aljibe.
Las últimas referencias de este aljibe datan de 1792. Se tenía constancia de su existencia, aunque no de sus dimensiones, que ahora, un siglo después, han salido a la luz. El año 1923 se hicieron obras en la anterior plaza, de planta cuadrada, y se cambió la fisonomía por la actual, octogonal y rodeada de unas barandillas de hierro. Durante estas obras, el aljibe quedó oculto.
Sin intenciones
Desde el Ajuntament aseguran que, por el momento, no se tiene previsto hacer ninguna intervención extraordinaria en el elemento que volverá a taparse después de que los arqueólogos y técnicos realicen las mediciones y las valoraciones pertinentes con la intención de que las obras de remodelación y rehabilitación que se han empezado en el centro del pueblo puedan continuar su curso y finalizar tan rápido como sea posible. Sin embargo, el Consistorio sí tiene la intención de referenciar el aljibe después de hacer las consultas técnicas necesarias para que así quede como parte del patrimonio municipal.
Estos días, este descubrimiento, que se destapó el pasado lunes, 6 de marzo, está llamando a conocerlo tanto a los visitantes que llegan al pueblo, como a los propios residentes que aprovechan la oportunidad para disfrutar de esta maravilla histórica que tienen bajo sus pies y que fue enterrada hace siglos. Los aljibes son un depósito de obra destinado a guardar agua potable procedente de la lluvia recogida habitualmente de los tejados de las casas y que se conduce mediante canalizaciones.
Durante muchos años fueron la única fuente de agua potable en muchas localidades.