GADMA ha presentado alegaciones contra el proyecto de creación de un parque fotovoltaico de 608.000 metros cuadrados en la finca Mainou. La entidad ecologista sigue los pasos de la Associació Amics de la Vall de Coanegra, que el día 16 ya presentó alegaciones a este proyecto, cuyos promotores han solicitado a la Conselleria de Transició Energètica que lo declare de interés estratégico. Esta vía permite agilizar su tramitación.
El presidente de GADMA, Bernat Fiol, lamenta que «los gobernantes no pueden sacrificar el futuro alimentario de los mallorquines en favor de la transición energética; si al final nos tienen que transportar los alimentos de fuera porque se utiliza el suelo rústico para estas instalaciones, al final se producirán las mismas emisiones para el transporte de los víveres».
En esta misma línea se manifiesta Terraferida. La entidad lamenta que «se condene una finca que sigue activa en producción agrícola, con cereales, algarrobos y almendros, habiendo alternativas; además, la directiva dice que se deben solarizar los aparcamientos de más de mil metros cuadrados: solo en Son Oms hay 1,2 km de aparcamientos de coches de alquiler». Terraferida reitera «la falta de regulación por parte de Consell y Govern. «Este aluvión de proyectos viene alimentado por unos trámites ambientales cada vez menos exigentes y por unas ayudas públicas extraordinarias, básicamente los promueven sociedades ubicadas en Madrid».
Los ecologistas se muestran críticos, además, con la Conselleria d'Agricultura, «que no se ha pronunciado sobre esta pérdida de suelo agrícola».