El pleno extraordinario del jueves aprobó los presupuestos municipales para 2023, los primeros del Ajuntament de Pollença que se certifican en el plazo que marca la Ley Reguladora de las Haciendas Locales. Las cuentas para el próximo año ascienden a 26.021.206 euros, de los que poco más de seis corresponden a la empresa municipal EMSER. El regidor de Hisenda, David Alonso, detalló algunas alegaciones de la oposición que se han incluido parcialmente en los presupuestos y destacó el «hecho histórico que supone aprobar estos presupuestos en el plazo establecido por la ley».
Desde Podem, Michael L. Muller se quejó de que eran unas cuentas «muy continuistas y con poco contenido político», además de recordar los aumentos de sueldos. Antonina Amer (Alternativa) anunció el voto en contra al considerar que la hoja de ruta de los presupuestos difería de la de su partido. Miquel À. March (Junts Avançam) definió las cuentas como «intercambiables con las de estos años» y se mostró sorprendido de que «no se incluya una partida de los ingresos por la explotación del aparcamiento de Formentor».
Tomeu Cifre (Tots) aprovechó para quejarse amargamente de que en 2022 «solo nos hemos podido acoger a inversiones ordinarias, la línea europea Next Generation ha ido para municipios del PSOE. Somos la morralla». El alcalde Andrés Nevado (UMP) agradeció «el esfuerzo de todas las áreas» y atacó al portavoz de Podem por haber criticado su sueldo diciendo que «hay compañeros de su partido que cobran más que el alcalde de Pollença y trabajan menos».