«La construcción de una depuradora en Can Picafort con sistema de evacuación mediante un emisario submarino es imprescindible». Así de contundente se muestra la Conselleria de Medi Ambient i Territori en respuesta al vídeo contra este proyecto que ha difundido el Ajuntament de Santa Margalida. En este reportaje gráfico, rodado con un dron sobre la costa margalidana, el alcalde, Joan Monjo, junto con otros ingenieros de profesión como él y varios líderes vecinales, muestra su oposición radical por «los problemas medioambientales que puede causar un emisario situado frente a la playa de Son Bauló y de toda la bahía de Alcúdia». Además, insiste en la utilización del agua para regadío considerando que es un bien escaso en Mallorca y concretamente para «poder cambiar el tipo de agricultura en nuestro municipio, para lo que se necesita regar».
La Conselleria que dirige Miquel Mir señala que «coincidimos con el Ajuntament de Santa Margalida en que la prioridad es reutilizar el agua depurada y más en un contexto de emergencia climática; sin embargo, actualmente no se podría reutilizar el agua del núcleo de Can Picafort para uso agrícola porque supera de sobra los límites de salinidad permitidos». En este sentido, alude a la falta de inversiones municipales. «La solución a este problema pasa por que el Ajuntament repare las redes municipales de alcantarillado para evitar que se infiltre agua marina». Monjo rebate este extremo y culpa a «las estaciones impulsoras de la depuradora de Son Bosc, que gestiona la Conselleria, que absorben agua del mar».
Mientras ambas administraciones se culpan mutuamente, Medi Ambient considera que «la construcción del emisario es necesaria independientemente de la capacidad del municipio para reutilizar las aguas; un ejemplo lo vemos en Formentera, donde la depuradora tiene un emisario y una balsa de riego asociada». Este sistema, explica, «es así porque la demanda de agua regenerada es inferior al total que se produce y el emisario permite retornar el sobrante al medio en las mejores condiciones ambientales. La alternativa sería el vertido al medio terrestre».
Por último, Medi Ambient señala que un emisario «es simplemente un tubo, la afectación al medio la determina la calidad del agua depurada y en este momento, solo una de las 56 depuradoras que gestiona Abaqua en Mallorca no cumple los requisitos normativos de depuración». Y añade que «agradecemos la preocupación del señor Monjo por la posidonia, pero este proyecto cuenta con la declaración de impacto ambiental favorable».