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«Pondremos en valor la labor de la mujer en la lengua y cultura»

Con mucha ilusión y proyectos Margalida Fuster asume el reto de dirigir l'Obra Cultural    Balear con el objetivo de imprimir «un toque feminista»

Margalida Fuster es la cara visib le de la Obra Cultural de Manacor. | Assumpta Bassa

| Manacor |

Som mallorquina i xerr el català». Su mensaje es muy claro. Margalida Fuster Homar (Manacor, 1963) es la nueva presidenta de l'Obra Cultural Balear de Manacor. Gran defensora de la lengua catalana y de la cultura asume este reto con ilusión,    con inquietudes y para imprimir a la entidad «un toque feminista». Seguro que sabrá como hacerlo pues conoce muy bien los entresijos de la comunicación. Y es que durante más de treinta años se dedicó al periodismo, diez de ellos trabajando en Ultima Hora.

¿Va a ser la primera presidenta de la OCB en Manacor?
—La OCBen Manacor se constituyó en 2008. Al principio se dirigía por una gestora en la que había tres mujeres, pero no ha habido ninguna presidenta. Además, en la nueva junta directiva contamos también con una vicepresidenta que es Cristina Salom- más feminista que yo- y Joana Servera como vocal. No es que antes se excluyera a la mujer pero sí que creo que le faltaba más presencia. Pondremos en valor la labor de la mujer en el mundo de la cultura y de la lengua. Le daremos nuestro toque femenino. Hemos propuesto    que el IES Manacor lleve el nombre de Maria Antònia Oliver, la escritora manacorina.

¿Cuando decidió implicarse y luchar desde la primera línea?
—Desde octubre de 2016 formo parte de la OCB como miembro de la junta directiva.    En la celebración de mi aniversario, con amistades de este círculo, se me ocurrió manifestar mi deseo de ser la presidenta. Me hacía mucha ilusión estar al frente siempre que me acompañara Cristina Salom. Fue todo de una manera espontánea para aligerar un poco la carga de Xerafí Lliteras, anterior presidente, que ahora ha quedado como tesorero. De esta manera, se ha renovado toda la junta.

¿Con qué le tocará batallar?
—Mi función es básicamente la de relaciones públicas, la cara visible, y si algo algo sale mal las críticas serán para mi (bromea). Todos los anteriores presidentes han sido excelentes y cada uno de ellos diferente. Me han dejado el listón muy alto.

La OCB cumple este año su 60 aniversario, ¿su objetivo fundacional sigue siendo el mismo?
—Hace 60 años la gente no hablaba catalán, no daba importancia a la lengua y, en un primer momento la OCB tuvo un papel fundamental que era el de dar visibilidad a la lengua, a la cultura y crear país. Esta función la tiene hoy más que nunca. Hay muchas injerencias de fuera (evidentemente no estoy en contra de la inmigración, aclara). Me satisface ser un lugar acogedor pero lo que no me gustaría es que nuestra lengua quedara relegada. Desgraciadamente es hoy objetivo de ataque de grupos políticos que parece que lo único que quieren es que desaparezca.

Así pues, queda mucho trabajo por hacer...
—Muchísimo. Todavía, hoy en día, tenemos que luchar por nuestra lengua, demostrar que catalán y mallorquín son lo mismo. Y ello, a veces, me crea una impotencia total. Me enfado cuando alguien lo discute. Se quiere demonizar la lengua. Siempre les digo som mallorquina y xerr català.

¿Como se gestiona la OCB ?
—Quiero aclarar a toda la gente que piensa que la OCB es una organización que chupa dinero del Estado o del Govern balear o que estamos aquí para ganar dinero que es totalmente falso. Nadie de ninguna delegación cobra un salario ni se va a hacer rico. Lo podemos demostrar. Hay organizaciones como la Fundación Francisco Franco, que para nuestra vergüenza sí que recibe subvenciones.

¿Cual va a ser su política?
—Está claro que nuestra filosofía seguirá siendo lengua, país y cultura. Seguiremos con los ‘dilluns de l'Obra', una actividad que ya está institucionalizada y que funciona muy bien. Este año tenemos como objetivo dar a conocer la historia de las Germanies, una etapa muy desconocida y que forma parte de nuestra identidad. También queremos reactivar las excursiones guiadas, los debates y crear sinergías con otras entidades culturales para no pisarnos el terreno.

¿Que tal van las relaciones con el Ajuntament de Manacor?
—Mantenemos una muy buena relación.Cada vez que les pedimos apoyo están ahí. Sin embargo noto a faltar presencia municipal en nuestras conferencias.

¿Ya tienen en marcha los Premis 31 de Desembre?
—Sí, ya estamos trabajando en ello. Este año se celebrarán en Inca. Nosotros, desde la delegación de Manacor, preparamos una lista de nombres merecedores. Y los hay en cada uno de los diferentes galardones. No puedo destapar ningún nombre.

¿Echa de menos el periodismo?
—El estrés de aquellos tiempos no (ríe), pero guardo muy buenos recuerdos ya que aprendí mucho. Ha sido mi gran escuela.

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