La Marina de Llucmajor se ha convertido en uno de los puntos más deseados para la instalación de parques fotovoltaicos en terrenos rústicos. Ahora mismo Govern y Ajuntament tienen un total de 15 parques fotovoltaicos en vías de tramitación. A ellos hay que añadir otros ocho ya terminados y en funcionamiento y otro ya autorizado. En total serán más de 200 cuarteradas ocupadas por estos paneles solares.
En la actualidad el parque más grande construido es el de sa Caseta que tiene una potencia 22.500 Kw y ocupa una extensión de 243.589 metros cuadrados. Tiene 56.700 paneles y produce una energía que supone el 23 % de la que consume el municipio. Por su parte, el parque más grande en trámites de autorización es el de Son Cànaves.
Este está formado por dos unidades de 10.000 Kw y ocupará 85.000 metros cuadrados y tendrá más de 22 paneles solares. El que ya esta autorizado es el llamado Cap Blanc y que prevé genera una potencia de 42.750 Kw. Esta instalación concreta se ubica en una parcela muy cercana a la emblemática possessió de s'Àguila. Una de las fincas más extensas de la Marina de Llucmajor.
Desde el Consistorio llucmajorer ven con buenos ojos la implantación de esta industria en terrenos o espacios de las fincas en las que es difícil poder cultivar por ser terreno mayoritariamente rocoso.
En las parcelas ocupadas por las placas fotovoltaicas se utilizan los rebaños de ovejas, habituales de las possessions de Marina, para cuidar y mantener limpios de vegetación estos espacios.
Otra iniciativa reciente para obtener una utilidad agraria de estas zonas es la impulsada recientemente por Endesa y la empresa Carob para utilizar el espacio de sombra de los paneles para cultivar planteles de algarrobos.
Advertencia ecologista
La implantación de estos grandes parques fotovoltaicos llega tres años después que desde el GOB advirtieran al Govern del «boom de parques fotovoltaicos en rústico». El grupo ecologista en aquel momento ya indicaba al Govern que «Llucmajor y, concretamente la Marina, corre el riesgo de convertirse en el polígono de servicios energéticos de la Isla». Desde los grupos ecologistas abogan por utilizar las zonas industriales o viejas canteras para acometer la instalación de estos parques fotovoltaicos. Su apuesta es la de utilizar zonas ya degradas y no devorar más terrenos rústicos o cultivables de la Isla.
Estos proyectos previstos en el municipio de Llucmajor forman parte de las más de 50 instalaciones de energía solar fotovoltaica previstas en Balears, según el Govern. La puesta en marcha de todos los proyectos supondrá un total de 326 Mw, una potencia que permitirá que la energía renovable producida en las Balears pase del 3 % registrado en 2018 hasta un 10 % el año 2023.
El objetivo del Govern, según lo establecido en la Ley de Cambio Climático aprobada la pasada legislatura, es disponer de un 35 por cien de renovables en el año 2030 y alcanzar el 100 % de energías limpias en 2050.
Punto de vista
Perdemos suelo rústico
Maria NadalEstá claro que la sociedad debe caminar hacia las energías renovables pero debemos ir con cuidado de perder el suelo rústico de la Isla. En algunos municipios, los vecinos que quieren colocar placas solares en sus hogares deben buscar una ubicación desde la que no se vea desde la calle para no afear el núcleo urbano. Esta premisa no se cumple ni de lejos en el suelo rústico donde el impacto visual parece no importar. El equilibrio es difícil.