El pleno de Sóller aprobó este martes una modificación de la ordenanza de circulación que incluye como principal novedad la creación de los vados de regulación especial (GARE) que permitirán a los titulares de vados permanentes disponer de hasta tres distintivos por unidad familiar para poder estacionar ante el acceso del garaje autorizado. El concejal de Gobernación, Carlos Darder, explicó que con esta modificación de la ordenanza «quedarán liberadas para otros vehículos entre 300 y 500 plazas de aparcamiento en la vía pública», contribuyendo de esta manera a solventar uno de los problemas más graves que presenta el municipio en materia de circulación y movilidad.
Parte de la oposición, Més y PSOE, no se oponen a la medida, pero expresaron sus dudas sobre si esta presenta deficiencias jurídicas, ya que los beneficiarios de estas autorizaciones no pagarán ninguna tasa adicional, lo que a su entender supondrá un agravio comparativo, puesto que podrán hacer un uso privativo de la vía pública frente a otros ciudadanos que para estacionar de día en la misma calle deberán pagar ORA. Podemos votó a favor, junto a PI, el concejal no adscrito Sebastià Aguiló y el PP.
Sin tasas
Según Darder «el modelo que se ha seguido es el de los otros dos municipios de Mallorca que, de momento, han aprobado los vados de regulación especial, sin cobrar tasas adicionales, y además se hizo una consulta ciudadana que así los aconsejó». Para solicitar el GARE, los titulares de vados solo tendrán que presentar una fotografía de la placa y su situación, y recibirán hasta tres pegatinas en las que figurará el número del vado. Aunque en el municipio hay 1.100 vados permanentes, los GARE solo podrán estar en calles en las que se puede estacionar en la vía pública. También podrán estacionar ante ellos los servicios de atención social y sanitaria que acudan al domicilio titular.
El apunte
Víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura
Una moción del PSOE para instaurar dos días para recordar «el movimiento democrático pre-autonomista y las víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura», derivó en un debate en el que el PP dio libertad de voto pero remarcando la «innecesariedad de remover el pasado». El alcalde fue más lejos y recordó a los «asesinados por querer ser sacerdotes». Se aprobó con votos de Més, PSOE, Podemos y PI.